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Los mejores resultados en el control de la glucemia.
Salud y mejora de la calidad de vida de los pacientes.
Entendemos como resultados en mejora de la calidad de vida, el control de las cifras de azúcar en sangre de modo que disminuyan las complicaciones vasculares, cardiacas, renales y oftalmológicas que la diabetes puede producir.​
Todo esto nos va a llevar, como último objetivo, a un aumento de la calidad de vida y longevidad de los pacientes diabéticos tipo 2.
¿ Qué es la diabetes tipo 2...?
La diabetes tipo 2 es la clase de diabetes más común. En la diabetes tipo 2, el organismo no produce suficiente insulina o las células ignoran la insulina. La insulina es necesaria para que el organismo pueda utilizar el azúcar. El azúcar es el combustible esencial para las células del organismo y la insulina transporta el azúcar en la sangre hacia las células. Cuando la glucosa se acumula en la sangre en lugar de penetrar en las células, pueden presentarse dos problemas: • De inmediato, las células pueden quedar privadas de energía. • Con el paso del tiempo, los niveles altos de glucosa en la sangre pueden dañar los ojos, los riñones, los nervios o el corazón. Descubrir que uno sufre de diabetes causa temor. Pero no se desespere. La diabetes tipo 2 es una enfermedad seria, pero las personas con diabetes pueden llevar una vida saludable y feliz, y vivir por muchos años si asumen su tratamiento.
Hipoglucemia

La hipoglucemia aparece cuando hay un nivel bajo de azúcar en la sangre. Todas las personas que padecen diabetes sufren de hipoglucemia ocasionalmente. Es importante saber qué es la hipoglucemia, cuáles son los síntomas y cómo tratarla.

 

Entre los síntomas de la hipoglucemia se incluyen:

• temblores

• mareos

• sudoración

• hambre

• dolor de cabeza

• palidez

• irritabilidad repentina o cambios en el comportamiento, tales como llorar sin causa aparente

• movimientos torpes o espasmódicos • convulsiones

• dificultad para prestar atención, o confusión • sensación de hormigueo alrededor de la boca

 

¿Cómo nos damos cuenta cuando el nivel de azúcar en la sangre está bajo?

 

Mantener la diabetes bajo control precisa medir con frecuencia el nivel de azúcar en la sangre. Debe medir el nivel de glucemia regularmente y, sobre todo, cada vez que sienta que está bajando. Una vez que haya medido y comprobado que el nivel de azúcar en la sangre se encuentra bajo, es importante que trate la hipoglucemia tan pronto como sea posible. Si tiene la sensación de que se aproxima una reacción pero no puede medir el nivel de azúcar, es conveniente tratar la reacción en lugar de esperar. Recuerde esta simple regla: Ante la duda, actúe.

 

¿Cómo se trata la hipoglucemia?

 

La manera más rápida de aumentar el nivel de azúcar en la sangre y tratar la hipoglucemia es tomar alguna clase de azúcar, como por ejemplo, 3 tabletas de glucosa (se venden en farmacias), 1/2 taza de zumo de frutas o 5-6 trocitos de caramelo. Asegúrese de llevar siempre consigo por lo menos una clase de azúcar. Después de medir el azúcar en la sangre y tratar la hipoglucemia, espere 15 o 20 minutos y mida el nivel de azúcar en la sangre nuevamente. Si el nivel de glucemia todavía continúa bajo y los síntomas de la hipoglucemia no desaparecen, repita el tratamiento. Cuando se sienta mejor, continúe consumiendo las comidas y bebidas habituales según lo planeado, para mantener alto el nivel de azúcar en la sangre. Es importante tratar la hipoglucemia de inmediato ya que puede empeorar y provoca la pérdida del conocimiento. Si sufre un desmayo, necesitará tratamiento INMEDIATO, como por ejemplo una inyección de glucagón o un tratamiento de emergencia en un hospital. El glucagón aumenta el nivel de azúcar en la sangre y se inyecta como la insulina. Consulte con su médico para que le extienda una receta de glucagón y le explique cómo utilizarlo. Es fundamental que enseñe a las personas de su entorno (miembros de su familia y compañeros de trabajo) cómo y cuándo inyectar glucagón, en caso de que alguna vez lo necesite. Si no fuera posible conseguir glucagón, deberán trasladarlo a la sala de urgencias más cercana para recibir tratamiento por bajo nivel de azúcar en la sangre. Si necesita atención médica inmediata o una ambulancia, alguien deberá llamar al número de emergencias de su zona para solicitar ayuda. Es conveniente tener los números de emergencia junto al teléfono.

 

Si pierde el conocimiento como consecuencia de la hipoglucemia, la persona que lo asista deberá seguir estas indicaciones:

 

• NO inyectarle insulina

• NO darle alimentos o líquidos

• NO ponerle las manos en la boca

• NO Inyectarle glucagón

• Llamar al número de emergencias para solicitar ayuda

 

¿Cómo se previene el nivel bajo de azúcar en la sangre?

 

La mejor manera que conocemos para prevenir la hipoglucemia es el buen control de la diabetes. La clave consiste en aprender a reconocer los síntomas de la hipoglucemia. De esa forma, puede tratar la hipoglucemia antes de que empeore.

Hiperglucemia

La hiperglucemia es una de las principales causas de muchas de las complicaciones que sufren las personas con diabetes. Por esa razón, es importante saber qué es la hiperglucemia, cuáles son los síntomas y cómo tratarla. Todas las personas con diabetes sufren de hiperglucemia de vez en cuando. Si no se trata, puede ser un problema serio. La hiperglucemia es el término técnico que utilizamos para referirnos a los altos niveles de azúcar en la sangre. El alto nivel de glucemia aparece cuando el organismo no cuenta con la suficiente cantidad de insulina o cuando la cantidad de insulina es muy escasa. La hiperglucemia también se presenta cuando el organismo no puede utilizar la insulina adecuadamente.

 

Hay muchas cosas que pueden causar hiperglucemia. Por ejemplo, si usted tiene diabetes tipo 1, tal vez no se haya inyectado la cantidad suficiente de insulina. Si usted sufre de diabetes tipo 2, quizás su organismo sí cuente con la cantidad suficiente de insulina, pero no es tan eficaz como debería serlo. El problema quizás sea que comió más de lo planeado o realizó menos actividad física de la programada. El estrés que provoca una dolencia como, por ejemplo, un resfrío o una gripe también podría ser la causa. Otras clases de estrés, tales como los conflictos familiares, los problemas en la escuela o los problemas de pareja, también podrían causar hiperglucemia.

¿ Cuáles son los síntomas de la hiperglucemia...?

Las señales y los síntomas incluyen: alto nivel de azúcar en la sangre, altos niveles de azúcar en la orina, aumento de la sed y necesidad frecuente de orinar. Medir con frecuencia el nivel de azúcar en la sangre es una de las medidas preventivas que puede tomar para mantener la diabetes bajo control. Para evitar otros síntomas de la hiperglucemia es necesario que controle y trate los altos niveles de azúcar en la sangre sin perder tiempo. Es importante tratar la hiperglucemia apenas se detecta.

 

Si no lo hace, puede sufrir una afección denominada cetoacidosis (coma diabético). La cetoacidosis se desarrolla cuando el organismo no cuenta con la suficiente cantidad de insulina.

 

Sin la insulina, el organismo no puede utilizar la glucosa como combustible. Por ende, el organismo descompone las grasas (lípidos) para utilizarlas como energía. Cuando el organismo descompone las grasas, aparecen productos residuales denominados cetonas. El organismo no tolera grandes cantidades de cetonas y trata de eliminarlos a través de la orina. Desafortunadamente, el organismo no puede deshacerse de todas las cetonas y, por lo tanto, se acumulan en la sangre.

 

Como resultado, puede presentarse un cuadro de cetoacidosis.

 

La cetoacidosis puede provocar la muerte y requiere tratamiento inmediato.

 

Los síntomas incluyen:

 

• Dificultad para respirar

• Aliento con olor frutal

• Náuseas y vómitos

• Boca muy seca

 

Consulte con su médico sobre cómo manejar esta afección.​

¿ Cómo se trata la hiperglucemia...?

Por lo general, la actividad física ayuda a disminuir los niveles de glucemia. Sin embargo, si el nivel de azúcar se encuentra por encima de 240 mg/dl, es necesario controlar la orina para detectar cetonas. En caso de presentar cetonas en la orina, NO realice actividad física. Si tiene cetonas en la orina y realiza ejercicios, el nivel de azúcar en la sangre puede elevarse aún más. Es importante que consulte con su médico para encontrar la manera más segura de disminuir el nivel de glucemia. Tal vez también pueda ser útil reducir la cantidad de alimentos que ingiere. Consulte con su dietista para realizar modificaciones en su plan de comidas. Si la actividad física y los cambios en la dieta no dan resultado, quizá su médico modifique la dosis de medicamentos o de insulina que le administran o, posiblemente, el horario en que se inyecta la insulina.

¿ Cómo se previene la hiperglucemia...?

La mejor opción es llevar un buen control de la diabetes. La clave está en aprender a detectar y tratar la hiperglucemia a tiempo… antes de que empeore

¿Qué es el síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico (HHNS)...?

El síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico (Hyperosmolar Hyperglycemic Nonketotic Syndrome, HHNS) es una enfermedad grave que se observa con mayor frecuencia en personas mayores. Si bien este síndrome puede manifestarse en personas que padecen tanto diabetes tipo 1 como diabetes tipo 2, se lo observa con mayor frecuencia en personas con diabetes tipo 2. Y habitualmente lo provoca algún otro problema, como por ejemplo una enfermedad o una infección. En el síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico, el nivel de glucosa en la sangre aumenta y el cuerpo intenta deshacerse del exceso de azúcar a través de la orina. Al principio, se orina muchísimo y el paciente debe ir al baño con más frecuencia. Una vez superado ese primer momento, es posible que no se orine tan seguido y que la orina se torne muy oscura. Además, es posible que la persona tenga mucha sed. Aun si no tuviera sed, necesita ingerir líquidos. Si no se ingieren suficientes líquidos en este punto, puede sobrevenir una deshidratación. Si el síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico continúa, la deshidratación grave produce convulsiones, coma y, con el tiempo, la muerte. Este síndrome puede tardar días o hasta semanas en manifestarse. Conozca las señales de aviso del síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico. Señales de aviso del síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico (HHNS): • Nivel de azúcar en la sangre por encima de 600 mg/dl • Boca reseca • Sed extrema (aunque este síntoma puede desaparecer gradualmente) • Piel caliente, seca que no transpira • Fiebre alta (por ej., por encima de 101º F/ 38º C) • Somnolencia o confusión • Pérdida de la visión • Alucinaciones (oír o ver cosas que no están en el lugar) • Debilidad en un lado del cuerpo • Si tiene cualquiera de esos síntomas, comuníquese con alguna persona del equipo de profesionales de la salud que lo atienden. Cómo evitar el síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico (HHNS).

 

La mejor manera de evitar el síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico es realizar un control periódico de su nivel de azúcar en la sangre. Muchas personas controlan varias veces por día su nivel de azúcar en la sangre; por ejemplo, antes o después de las comidas. Hable con su equipo de profesionales de la salud respecto de cuándo controlarse y qué significado tienen los valores. También debe consultar con su médico sobre cuál es su parámtro ideal de azúcar en la sangre y cuándo debe realizar una consulta telefónica si dicho nivel está demasiado alto, o demasiado bajo, y no dentro de los parámetros ideales. Si se siente enfermo, debe controlar su nivel de azúcar en la sangre con mayor frecuencia, y beber un vaso de líquido (sin alcohol y sin cafeína) cada hora. Trabaje junto con el equipo que lo atiende con el fin de elaborar su propio plan diario para cuando se sienta mal.

¿Qué complicaciones puede producir la diabetes tipo 2...?

El tener diabetes tipo 2 aumenta el riesgo de desarrollar muchas complicaciones serias. Algunas de las complicaciones de la diabetes tipo 2 incluyen: enfermedad cardíaca (enfermedad cardiovascular), ceguera (retinopatía), lesiones nerviosas (neuropatía) y daño renal (nefropatía).

 

Enfermedad cardiaca y derrame cerebral.

Las personas con diabetes tienen una razón más para preocuparse por las enfermedades cardiacas y vasculares (de los vasos sanguíneos). La diabetes implica un aumento en el riesgo de ataque cardiaco, derrame cerebral y complicaciones relacionadas con una circulación.

 

Enfermedad renal

La diabetes puede dañar los riñones, lo cual no sólo puede provocar que dichos órganos fallen, sino que también pierdan la capacidad de filtrar y eliminar los productos de desecho.

 

Complicaciones en la Vista

La diabetes puede causar problemas oculares y hasta puede provocar la ceguera. Las personas con diabetes corren un riesgo mayor de perder la vista que las personas que no tienen diabetes. La detección y el tratamiento tempranos de los problemas oculares pueden salvarle la vista.

 

Neuropatía y daño nervioso

Una de las complicaciones más comunes de la diabetes es la neuropatía diabética. El término “neuropatía” significa daño en los nervios que recorren todo el cuerpo y que conectan la médula espinal con los músculos, la piel, los vasos sanguíneos y otros órganos.

 

Complicaciones en los pies

Las personas con diabetes pueden desarrollar muchos problemas en los pies. Dichos problemas ocurren con más frecuencia cuando existen daños nerviosos en los pies o problemas de mala circulación.

 

Complicaciones en la piel

Hasta un tercio de las personas con diabetes tendrán algún tipo de problema de piel causado o agravado por la diabetes en algún momento de sus vidas. De hecho, a veces, esos problemas son la primera señal de que una persona tiene diabetes. Por suerte, es posible evitar o tratar fácilmente la mayoría de esos problemas de la piel si se los detecta a tiempo.

¿Cómo se trata medicamente la diabetes tipo 2...?

Con frecuencia, el primer tratamiento para la diabetes tipo 2 es la planificación de las comidas a fin de controlar el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre, la pérdida de peso y la actividad física. En algunas ocasiones, esas medidas no alcanzan para reducir el nivel de glucosa en la sangre y acercarlo al nivel normal. El paso siguiente es administrar un medicamento para reducir el nivel de glucosa en la sangre. Existen dos tipos de medicamentos: los medicamentos orales (pastillas) y las inyecciones de insulina. Las pastillas para la diabetes no son insulina.

 

Cómo funcionan

En personas con diabetes, el nivel de glucosa en la sangre es demasiado alto. Ese alto nivel se produce porque la glucosa permanece en la sangre en lugar de ingresar en las células. Pero para que la glucosa pueda ingresar en una célula, la insulina debe estar presente y la célula debe tener “hambre” de glucosa. Las personas con diabetes tipo 1 no producen insulina. Para ellas, las inyecciones de insulina son la única manera de mantener bajo el nivel de glucosa en la sangre. Las personas con diabetes tipo 2 suelen tener dos problemas: no producen suficiente insulina y las células de sus cuerpos no parecen incorporar glucosa con la avidez que debieran. En la actualidad, las pastillas para la diabetes más comunes pertenecen a cinco clases de drogas: sulfonilúreas, metiglinidas, biguanidas, tiazolidinedionas e inhibidores de las alfa-glucosidasas. Esas cinco clases de drogas funcionan de diferentes maneras para reducir el nivel de glucosa en la sangre.

 

Sulfonilúreas

Las sulfonilúreas estimulan a las células beta del páncreas para que liberen más insulina. Las sulfonilúreas se utilizan desde la década de 1950. Por lo general, estos medicamentos se administran de una a dos veces por día antes de las comidas. Todas las sulfonilúreas producen efectos similares sobre el nivel de glucosa en la sangre, pero difieren en los efectos secundarios, en la frecuencia con que se administran y en las interacciones con otros medicamentos.

 

Metiglinidas

Las metiglinidas son medicamentos que también estimulan a las células beta para que liberen insulina. Se administran antes de cada una de las tres comidas. Debido a que las sulfonilúreas y las metiglinidas estimulan la liberación de insulina, es posible que provoquen hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en la sangre). Debe saber que el alcohol y algunas pastillas para la diabetes no pueden mezclarse. En algunas ocasiones, la clorpropamida, y otras sulfonilúreas, pueden interactuar con el alcohol y provocar vómitos, oleadas de calor o náuseas. Consulte con su médico si alguno de estos efectos secundarios le preocupa.

 

Biguanidas

Las biguanidas reducen el nivel de glucosa en la sangre fundamentalmente mediante la disminución de la cantidad de glucosa que produce el hígado. La metformina, una biguanida, también ayuda a reducir el nivel de glucosa en la sangre haciendo que el tejido muscular sea más sensible a la insulina de modo que la glucosa pueda absorberse. Habitualmente, se la administra dos veces por día. Uno de los posibles efectos secundarios de la metformina es la diarrea. Por ese motivo, se recomienda su administración con las comidas.

 

Tiazolidinedionas

Estos medicamentos ayudan a que la insulina funcione mejor en el músculo y la grasa, y también reducen la producción de glucosa en el hígado. Las tiazolidinedionas se administran una o dos veces por día, con las comidas. Si bien son eficaces para reducir el nivel de glucosa en la sangre, las tiazolidinedionas pueden provocar un efecto poco frecuente, aunque grave, en el hígado. Por esa razón, su médico debe realizar análisis de sangre periódicos con el fin de controlar el estado de salud del hígado.

 

Inhibidores de las alfa-glucosidasas

Esos medicamentos ayudan al cuerpo a reducir el nivel de glucosa en la sangre mediante el bloqueo de la descomposición de almidones (tales como el pan, las patatas y las pastas) en el intestino. También reducen el ritmo de descomposición de ciertos azúcares, como el azúcar de mesa. Su acción reduce el aumento del nivel de glucosa en la sangre después de las comidas. Deben administrarse con el primer bocado de una comida. Es posible que provoquen ciertos efectos secundarios, entre los que se incluyen la flatulencia y la diarrea.

 

Terapia combinada con medicamentos orales

Debido a que actúan de diferentes maneras para reducir el nivel de glucosa en la sangre, los medicamentos mencionados pueden utilizarse de manera conjunta. Por ejemplo, una biguanida y una sulfonilúrea pueden utilizarse simultáneamente. Existen muchas combinaciones posibles. Si bien administrar más de un medicamento puede ser más costoso y aumentar el riesgo de padecer efectos secundarios, la combinación de medicamentos por vía oral puede mejorar el control de glucosa en la sangre cuando, si se administra exclusivamente una sola pastilla, no se obtienen los resultados deseados. Cambiar una pastilla sola por otra no es tan eficaz como agregar otro tipo de medicamento para la diabetes.

¿ Pueden ayudarme las pastillas para la diabetes...?
Solamente las personas con diabetes tipo 2 pueden utilizar pastillas para tratar esa afección. Estas pastillas funcionan mejor cuando se utilizan en combinación con una planificación de comidas y de actividad física. De esa manera, dispone de tres tratamientos que trabajan de manera conjunta para reducir el nivel de azúcar en la sangre. Las pastillas para la diabetes no son eficaces en todos los casos. Si bien la mayoría de las personas detectan que el nivel de glucosa en la sangre disminuye cuando comienzan a tomar las pastillas, es posible que su nivel de glucosa en la sangre no se acerque a los valores normales. ¿Qué probabilidades tiene de que las pastillas para la diabetes funcionen en su organismo? Las probabilidades son pocas si usted ha tenido diabetes durante más de 10 años o si ya se administra más de 20 unidades de insulina por día. Por otro lado, tiene buenas posibilidades si la diabetes se ha manifestado recientemente o si no ha necesitado insulina o necesitó solamente un poco de insulina para mantener el nivel de glucosa en la sangre próximo a los valores normales. En algunas ocasiones, las pastillas para la diabetes dejan de ser eficaces después de algunos meses o de algunos años. A menudo, se desconoce la causa para que esto suceda. No obstante, eso no significa que el estado de su diabetes haya empeorado. Cuando sucede algo así, el tratamiento combinado con medicamentos por vía oral puede ser útil. Incluso cuando las pastillas para la diabetes efectivamente lleven el nivel de glucosa en la sangre hasta valores casi normales, es probable que aun así sea necesario que usted reciba insulina si padece una infección grave o si requiere de una cirugía. Probablemente, las pastillas no puedan controlar el nivel de glucosa en la sangre en momentos de tanto estrés en los que se dispara el nivel de glucosa en la sangre. Asimismo, si usted queda embarazada, es necesario que controle su diabetes mediante la dieta y la actividad física, o con insulina. En las mujeres embarazadas, la administración de pastillas para la diabetes no es un tratamiento seguro. No existe “la mejor” pastilla o tratamiento para la diabetes tipo 2. Quizás necesite probar con más de un tipo de pastilla, combinación de pastillas, o pastillas más insulina.
¿ Y la insulina...?
Si bien lo habitual es intentar con pastillas antes de comenzar con la insulina, es posible que empiece su tratamiento con insulina dependiendo de algunos factores, tales como: • cuánto tiempo hace que usted tiene diabetes • cómo está el nivel de glucosa en la sangre • qué otros medicamentos toma • el estado de salud general Debido a que las pastillas para la diabetes aparentemente ayudan al cuerpo a utilizar la insulina de una manera mejor, algunas personas las toman junto con las inyecciones de insulina. La idea detrás de esta terapia “combinada” es tratar de ayudar a que la insulina funcione mejor.
¿ Puede tratarse la diabetes tipo 2 mediante una operación? El bypass “cura” la diabetes tipo 2...
Evitar las complicaciones asociadas a la diabetes tipo 2 es una tarea vital para un porcentaje importante de la población que padece esta enfermedad. Los esfuerzos para disminuir los efectos de la hiperglucemia sobre las arterias y los nervios son enteramente necesarios con el fin de aumentar la supervivencia de los pacientes. La asociación de diabetes tipo 2 con trastornos vasculares, especialmente sobre las arterias del corazón, reduce considerablemente la calidad y la esperanza de vida de las personas diabéticas. Las estrategias terapéuticas dirigidas en este sentido son todas bienvenidas. La cirugía de la obesidad, especialmente el bypass gástrico o byliopancreático, han demostrado desde hace muchos años su eficacia para curar la diabetes tipo 2, y así ha sido admitido por la comunidad científica mundial. El tratamiento de la diabetes en un paciente obeso mórbido es la cirugía. No existe ninguna duda de la eficacia del bypass sobre la diabetes en pacientes con BMI o índice de masa corporal por encima de 35. El Instituto Nacional de la Salud norteamericano (Nacional Institutes of Health) recomienda la cirugía en diabéticos con indica de masa corporal o BMI por encima de 30. Por razones de eficacia, la cirugía de la obesidad o bariátrica se ha planteado, en la actualidad, como tratamiento al paciente con diabetes méllitus tipo 2 con sobrepeso moderado e incluso peso normal. Las recomendaciones a este respecto se han ido sucediendo a lo largo de estos años en numerosos foros de endocrinólogos y cirujanos de la obesidad. Ya era conocido, a través de numerosas investigaciones, que el bypass conseguía una resolución total o una mejoría muy importante en la diabetes tipo 2. Desde hace algún tiempo, algunos estudios asumen que la perdida de peso no es suficiente para producir una mejoría tan importante, máxime cuando los resultados son inmediatos a la cirugía, cuando el paciente aún no ha adelgazado apenas. La Dra. Karen Foster-Schubert de la Universidad de Washington en Seatle recuerda que investigaciones recientes en ratones y humanos, en diferentes partes del mundo, sugieren que la cirugía provoca cambios metabólicos y hormonales sumamente beneficiosos respecto a la diabetes. La ghrelina, hormona que estimula el apetito, disminuye y el péctido intestina YY y el péctido glucagón-like 1 (GLP-1) aumentan tras la intervención. La Dra. Foster-Schubert nos remite a los resultados presentados en la Internacional Conferencie on Gastrointestinal Surgery to Treta Type 2 Diabetes (Conferencia Internacional en Cirugía Gastrointestinal para Tratar la Diabetes Tipo 2) celebrada en Roma en marzo de 2007. Las investigaciones muestran que el hecho de que la comida no pase por el duodeno produce un descenso dramático de la glucosa en sangre, reduce la hiperinsulinemia, mejora la respuesta a la insulina, y los resultados de los niveles de hemoglobina A1c en tan solo un mes después de la cirugía. Un meta-análisis reciente, análisis conjunto de múltiples investigaciones con características similares de fiabilidad, realizado sobre 22.094 pacientes tratados con bypass gástrico muestra que el 84% de los diabéticos experimentan una reversión completa de la diabetes tipo 2. La mayoría deja la medicación oral o la insulina antes de abandonar el hospital. El Dr. Scopinaro, en el Congreso Mundial de Cirugía de la Obesidad celebrado en septiembre de 2007 en Oporto, señaló que el bypass biliopancreático es la técnica más eficaz en le tratamiento de la diabetes del paciente obeso, incluso con poco sobrepeso. En este sentido, el Doctor Resa ha presentado resultados del bypass biliopancreático laparoscópica sin gastrectomía en pacientes obesos mórbidos con menos de 10 años de evolución de su diabetes, con mejoría del 100% de los casos en el primer mes después de la cirugía y de abandono de la medicación antes de los tres meses. El uso de la cirugía bariátrica para tratar la diabetes tipo 2 en pacientes con BMI mayor de 35 es claro, por encima de 30 es aconsejable; pero puede ser controvertido en pacientes con BMI menor de 30. No obstante, dada la eficacia del bypass, haciendo este mínimamente agresivo, ya ha sido admitido por algunos cirujanos y endocrinólogos.
La banda gástrica eficaz en el control de la diabetes tipo 2.
Son numerosos los trabajos que muestran como la banda gástrica es eficaz para conseguir un adelgazamiento adecuado en pacientes con diabetes tipo 2, que de otro modo, con dietas y ejercicio, en muchas ocasiones son incapaces de lograr. Un famoso estudio sueco (SOS and Adams et al, NEJM, agosto 2007) mostró como la banda gástrica es mucho más eficaz que las dietas para lograr adelgazamiento y, sobre todo, para mantener la perdida de peso a largo plazo. La Sociedad Americana de cirugía Bariátrica y Metabólica (ASMBS) en su web destacó al principio de 2008 un trabajo publicado en JAMA (Journal of the American Medical Association) sobre los efectos de la banda gástrica ajustable en la diabetes tipo 2. Este es el primer estudio randomizado y controlado que demuestra que la cirugía de la obesidad es superior a las terapias convencionales en el tratamiento de la diabetes tipo 2 de corta evolución. Con la cirugía el 73% de los diabéticos experimentan una remisión completa frente al 13% de los tratados médicamente. En esta ocasión se trata de paciente con obesidad media o moderada, con BMI entre 30 y 40, no pacientes obesos mórbidos donde los cirujanos bariátricos ya sabíamos desde hacía mucho tiempo que esto sucedía. Además se ha roto el tópico por el que no se debían operar pacientes con BMI inferior a 35. Los pacientes con menos BMI de 35 son candidatos para la cirugía ya que los operados mejoran mucho más que los tratados médicamente, sin aumentar sus complicaciones. El riesgo/beneficio de la cirugía se inclina hacia el beneficio. Los resultados tan positivos de este trabajo, junto con la mejoría en la supervivencia del trabajo SOS, entraña argumentos éticos y legales si no operásemos a pacientes que soliciten estos tratamientos o no investigamos suficientemente en esta línea.​
Otras técnicas de cirugía de la obesidad contra la diabetes tipo 2.

Cualquier técnica antiobesidad entraña beneficio en la diabetes asociado al adelgazamiento que la técnica pueda producir. Todas las técnicas restrictivas, que mejoren los hábitos dietéticos y disminuya el peso y la glucemia pueden servir como tratamiento de la diabetes.

 

Trasplantes el último escalón en le tratamiento quirúrgico de la diabetes y sus complicaciones.

 

En algunas ocasiones, el daño que provoca la diabetes en los riñones es de tal magnitud que éstos dejan de funcionar. Cuando sucede esto, una opción es el trasplante de riñón.

 

¿Cómo actúa la cirugía bariátrica para mejorar la diabetes tipo 2? La cirugía bariátrica actúa en varios sentidos. El primero, la cirugía o bien limita o bien disminuye la absorción de alimentos. En cualquiera de los casos se está forzando una disminución del azúcar en la dieta, se está siguiendo un régimen “obligatoriamente”. El segundo, muy bien estudiado, a través del adelgazamiento secundario a la menor ingesta o la menor absorción. Sabemos además que la pérdida de peso mejora la respuesta celular a la insulina, disminuye la resistencia a la insulina, y libera el páncreas de grasa desintoxicando las células beta productoras de insulina. El tercero, ya comentado anteriormente, nos habla de la liberación de GLP-1 en el intestino, principalmente en ileon, estimulado por la llegada rápida de comida al mismo. El fuerte aumento de la hormona GLP-1 estimula la producción de insulina, su liberalización, su efecto sobre la célula y lo que es más interesante, la recuperación pancreática al aumentar el número de células beta. A todo esto se suma el incremento en la actividad física derivado de la perdida de peso y su consecuente mejor movilización.

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